Justificación
El desarrollo temprano del lenguaje oral se ha identificado como
un «indicador de posibilidades de vida» (Law et al., 2017).
El lenguaje es indispensable para la supervivencia de las personas, para el desarrollo y enriquecimiento de su pensamiento, de la capacidad de planificación y de actuación, para el establecimiento de sus relaciones interpersonales, como vehículo de aprehensión de la cultura, como factor que estructura la personalidad y regula las emociones y la conducta.
Aunque la mayoría de los niños y de las niñas adquieren el lenguaje con éxito existen factores ambientales y características individuales que pueden incidir en su desarrollo, observándose así dificultades durante el proceso, diferentes ritmos y diferencias individuales que no han des ser pasadas por alto y que requieren una supervisión y la atención de los equipos docentes y de las familias.
Normalmente, el alumnado que presenta patrones desordenados del lenguaje y de la comunicación manifiesta una alteración y restricción tanto en su interacción social como para participar con éxito en los procesos de enseñanza y aprendizaje, puesto que en él se sustenta la adquisición de conocimientos y el acceso a las demandas curriculares de cada etapa educativa.
Por otra parte, el aprendizaje de la lectoescritura es uno de los retos más importantes al que se tiene que enfrentar nuestro alumnado en la escuela y se basa y apoya en el lenguaje oral. El lenguaje escrito nos permite el acceso al conocimiento y a la cultura, la mayor parte de los contenidos escolares se aprenden a través de él y un problema con esta herramienta básica puede conducir a un retraso en el aprendizaje escolar, acompañado de un sentimiento de ineficacia.
Así pues, una adecuada adquisición del lenguaje, tanto oral como escrito, es la base para un desarrollo óptimo en todas las áreas que envuelven a la persona y, por el contrario, su desarrollo alterado o imperfecto puede derivar en alteraciones afectivo-emocionales, sociales y fracaso escolar, con todas las connotaciones negativas que conlleva de frustración, bajo autoconcepto y autoestima.
Así mismo, a la hora de abordar el lenguaje en la escuela, debemos tener muy presente la realidad lingüística de Navarra, con dos lenguas oficiales y su amplia variedad lingüística en su oferta educativa, que incluye diferentes modelos lingüísticos y Programas de Aprendizaje en varios idiomas: inglés, francés y alemán, junto con la realidad sociocultural de nuestro alumnado, con una rica diversidad cultural y lingüística. Esta situación propicia, en muchos casos, que nos encontremos aulas en las que convive alumnado con diferentes lenguas maternas y distintas a las lenguas vehiculares y es en estos contextos donde la estimulación del lenguaje oral adquiere, si cabe, especial importancia, ya que la inmersión puede no garantizar su aprendizaje.
Dada la importancia que tiene el lenguaje y la gran diversidad en este sentido que encontramos entre nuestro alumnado, es obvia la necesidad de su estimulación de una forma consciente y sistemática desde edades iniciales de cara a garantizar su buen desarrollo.
Por otra parte, la investigación ha constatado que existe una gran correlación entre la exposición temprana al lenguaje y los resultados posteriores en habilidades lingüísticas y académicas, por lo que la estrategia ha de centrarse en el fortalecimiento de las experiencias tempranas de aprendizaje del lenguaje (Greenwood et al., 2017; Mendelson y Klass, 2018), situando la intervención en éste dentro de la propia acción educativa.
En consonancia, está más que justificada la realización de un diseño y desarrollo en todos los centros escolares de un Programa de estimulación del lenguaje oral y escrito, en Educación Infantil y 1º y 2º de Primaria, abordándolo desde un modelo colaborativo, involucrando a todos los agentes implicados y atendiendo a los conocimientos que nos aporta la evidencia científica acerca de los contenidos claves a trabajar para lograr un adecuado desarrollo del lenguaje oral y una lectura eficaz.
Una propuesta para la estimulación del lenguaje oral y escrito en los centros educativos
¿De qué se está hablando?
Objetivos
El planteamiento de la estimulación del lenguaje oral y escrito de esta manera persigue los siguientes propósitos:
- Concienciar de la importancia de abordar el trabajo del lenguaje de una forma consciente, ordenada, sistemática, con evidencia y evaluación continua.
- Dar forma y unificar criterios para tener un marco común de actuación en toda la comunidad para mejorar las habilidades lingüísticas de todo el alumnado.
- Impulsar un modelo de detección temprana de dificultades en el área del lenguaje desde una intervención planificada y consciente para poder dar respuesta inmediata a las necesidades identificadas.
- Aportar un marco para que, cada centro educativo partiendo de su realidad contextual, unifique criterios y establezca las bases para definir y desarrollar una línea de actuación coherente y compartida por los docentes implicados (tutores/as de 2º ciclo de Educación Infantil y 1º y 2º de Primaria, especialistas en AL, otros/as).
- Impulsar un modelo colaborativo de trabajo que visibiliza el rol del profesorado de Audición y Lenguaje en el marco de una Escuela inclusiva, acercando su intervención a un modelo más centrado en el aula y el currículo y al entorno familiar.
- Aportar criterios para reflexionar e implementar mejoras en los contextos escolar y familiar que faciliten el desarrollo del lenguaje oral y escrito.
- Facilitar la reflexión y la toma de decisiones coherentes en cuanto a los procesos de enseñanza y aprendizaje del lenguaje escrito en las diferentes etapas.
Pilares básicos del Programa
La propuesta que aquí se describe se sustenta en 4 pilares básicos: es una propuesta inclusiva, proactiva, basada en la evidencia científica a partir de un modelo colaborativo de actuación.
Propuesta inclusiva y contextualizada
El Programa de estimulación del lenguaje oral y escrito está inspirado en el marco de la escuela inclusiva, en la línea que se propone en el objetivo 4 de la Agenda 2030, titulado Educación de calidad: » Garantizar una educación inclusiva y equitativa de calidad y promover oportunidades de aprendizaje permanente para todos». Es una propuesta dirigida a todo el alumnado que pretende actuar en la mejora de sus habilidades lingüísticas, consideradas como la base del éxito académico. Además, tiene en cuenta los contextos familiar y escolar para tomar decisiones en el momento de implementarlo, así como para identificar las oportunidades y barreras que puedan existir en cuanto al desarrollo del lenguaje.
Esta propuesta, también, coincide con el enfoque didáctico que la normativa actual promueve, el Diseño Universal para el Aprendizaje, que tiene por objetivo diseñar desde el principio las propuestas didácticas con el fin de lograr el aprendizaje de todo el alumnado. El programa ha de responder a las necesidades de cada contexto y de cada alumno/a. Esto supone analizar en qué medida las experiencias, rutinas e interacciones, tanto sociales, lingüísticas y académicas, que se dan en el contexto escolar y familiar, pueden contribuir a enriquecer y mejorar la competencia lingüística de todo el alumnado. Requiere reflexionar sobre las características del entorno, sus potencialidades (para aprovecharlas) y sus barreras (para eliminarlas), sobre los medios y métodos a utilizar, así como de la idoneidad de los materiales didácticos que tenemos a nuestro alcance.
«Las barreras para el aprendizaje no son, de hecho, inherentes a las capacidades de los estudiantes, sino que surgen de la interacción con métodos y materiales inflexibles» (Rose y Meyer, 2002)
El plantear las situaciones de aprendizaje teniendo en cuenta, a priori, las necesidades del más vulnerable ofreciendo diferentes alternativas, no solo beneficia a los que tienen necesidades específicas, sino que todas las personas se benefician de ello.
Propuesta proactiva, inspirada en el modelo de respuesta a la intervención (RTI)
Tener en cuenta dicho alumnado (por sus condiciones personales y/o factores socio-culturales), anticipándose a una potencial necesidad en relación al desarrollo del lenguaje que se manifestará antes o después, en lugar de esperar a que esta aparezca, constituye una forma de proceder proactiva desde el comienzo de la escolaridad.
La forma de trabajar que se propone está inspirada en el modelo de respuesta a la intervención (RTI, siglas en inglés de Response to Intervention Model, J. E Jiménez, 2019). Este modelo plantea incluir el trabajo en la práctica diaria y, en función de la respuesta del alumnado, ajustar la intervención. Este modelo se contrapone al llamado modelo de espera al fracaso (Wait to Fail Model, Juan E. Jiménez, 2019) muy extendido en nuestra práctica educativa, consistente en descubrir dificultades o tomarlas en consideración e intervenir de una forma más específica cuando los problemas son ya muy notorios (modelo reactivo).
El modelo RTI distingue tres niveles de intervención:
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- Nivel I: el profesorado tutor trabaja colaborativamente con el profesorado especialista de AyL, en la definición, secuenciación de actividades, puesta en práctica y evaluación con todo el alumnado en el aula habitual. Se trata de priorizar actividades de lenguaje para desarrollar los contenidos propuestos, entroncadas en la programación de aula y, mediante evaluaciones periódicas, e identificar a los que no progresen adecuadamente dentro del aula ordinaria en la propuesta general.
- Nivel II: se organiza al alumnado en pequeños grupos (entre dos y cinco alumnos) dentro del aula ordinaria para ser apoyados de manera más intensa y durante más tiempo por el profesorado AL u otro que esté parcicipando. Es un complemento al nivel 1 y los materiales utilizados son los mismos (aunque se puedan apoyar en otros).
- Nivel III: En los casos en los que el progreso no sea el esperado, el alumnado recibiría dentro o fuera del aula una enseñanza más explícita, individualizada (o pequeño grupo homogéneo) e intensiva.
La respuesta a la intervención en los diferentes niveles permite pasar de uno a otro y volver.
Propuesta basada en la evidencia científica
En la escuela se hacen actividades desde Educación Infantil para la estimulación del lenguaje oral y escrito, pero se hace necesario reflexionar sobre nuestra actuación: cómo estimulamos el lenguaje oral, si atendemos a todos los componentes que lo conforman, cómo evaluamos la evolución de nuestro alumnado, si detectamos dificultades y ajustamos a tiempo nuestra intervención a las necesidades individuales o, por el contrario, dejamos pasar el tiempo bajo el lema de «respetar los ritmos individuales», cómo abordamos el acercamiento a la lecto-escritura y cómo planificamos la transición de este aprendizaje entre etapas,…
Con el desarrollo del programa se pretende estimular aquellos aspectos que la evidencia científica avala como relevantes en el desarrollo del lenguaje oral y escrito y hacerlo de una forma ordenada, consciente, sistemática y evaluada.
La estimulación del lenguaje oral desde edades tempranas va más allá de lo académico y tiene especial relevancia a nivel cognitivo, conductual, emocional, social… El dominio del lenguaje oral se considera imprescindible para lograr posteriormente una lectura eficaz.
En esta propuesta, a la hora de seleccionar los contenidos a trabajar, nos basamos en las aportaciones de la evidencia científica y modelos explicativos claros y de gran aceptación para el trabajo aplicado en las aulas: conclusiones del National Reading Panel, modelo de la Trenza de Scarborough (inspirado en el modelo de la Concepción Simple de la Lectura) y otras investigaciones más actuales que están identificando otros contenidos altamente relacionados con el lenguaje escrito y el oral.
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- National Reading Panel: en el año 1997, en Estados Unidos, se formó un panel de expertos que revisó la evidencia científica existente sobre la instrucción lectora pensando en su aplicación en las escuelas. Ese trabajo de metaanálisis concluyó con un informe (Teaching children to read. Enseñando a los niños a leer) que se presentó en el año 2000 donde se definían las “cinco grandes ideas” que debían instruirse para alcanzar una lectura eficaz.
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- Modelo de la Visión Simple de Lectura (Simple View of Reading; Gough, Hoover and Peterson, 1996): explica que el éxito de la lectura (la comprensión lectora) es una relación entre dos componentes independientes: la lectura de palabras y la comprensión oral. El peso de ambos componentes no es el mismo conforme el niño va dominando la lectura. Parece que en lenguas más transparentes que el inglés (castellano y euskera) la comprensión oral tiene más peso en el modelo a lo largo del tiempo (explica un porcentaje de varianza mayor) que la descodificación, la cual es más importante en los momentos iniciales del aprendizaje lector. Esto explica por qué una vez conseguida la decodificación se ha de seguir trabajando el lenguaje oral en las aulas a lo largo de toda la escolarización.
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- Modelo de la cuerda de Scarborough (2001). Este modelo explicativo de la comprensión lectora basado en el modelo de la Visión Simple de Lectura explica que la forma en que los dos componentes interaccionan (las dos hebras principales de la cuerda: la comprensión del lenguaje y la descodificación) es compleja puesto que involucra diferentes habilidades. Para ser un lector competente habría que activar y trenzar dos grandes áreas que, a su vez, se componen de hebras más finas:
- La decodificación (que ha de ser cada vez más automática): habilidad fonológica, correspondencias grafema-sonido, reconocimiento de palabras.
- La comprensión del lenguaje (que ha de resultar cada vez más estratégica): conocimientos, vocabulario, estructuras lingüísticas, lenguaje figurado, estructuras textuales.
- Modelo de la cuerda de Scarborough (2001). Este modelo explicativo de la comprensión lectora basado en el modelo de la Visión Simple de Lectura explica que la forma en que los dos componentes interaccionan (las dos hebras principales de la cuerda: la comprensión del lenguaje y la descodificación) es compleja puesto que involucra diferentes habilidades. Para ser un lector competente habría que activar y trenzar dos grandes áreas que, a su vez, se componen de hebras más finas:
Otras investigaciones:
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- Cuetos, F.; Soriano, M.; Rello, L.; (2019), resaltan que variables como la velocidad de nombramiento, las habilidades prosódicas, el conocimiento morfológico, los conocimientos sintácticos y la capacidad para comprender y producir historias han sido también identificadas en la investigación como favorecedoras de la adquisición de la lectura.
- Por otro lado, Víctor Acosta (2012) señala que hay que prestar atención a habilidades cognitivas y neuropsicológicas (atención, velocidad de procesamiento, memoria de trabajo, planificación e inhibición) para la mejora de las funciones ejecutivas del alumnado y poder así seguir avanzando en sus habilidades lingüísticas.
Aspectos a trabajar
Teniendo en cuenta los conocimientos que nos aportan las investigaciones citadas y sabiendo que la relación entre los contenidos es compleja y real (todos aportan al lenguaje oral y escrito y viceversa), el Programa de Estimulación del Lenguaje Oral y Escrito se concreta en los siguientes:
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- Componentes del lenguaje oral: fonética-fonología, vocabulario, morfología y conciencia morfológica, sintaxis y conciencia sintáctica, discurso narrativo, lenguaje figurado e inferencias.
- Aspectos asociados a la descodificación: conciencia fonológica, principio alfabético (conocimiento de las letras y asociación grafema-fonema), velocidad de denominación, prosodia y conciencia prosódica, estrategias de lectura (lectura compartida y lectura asistida: lectura repetida, lectura pareada y teatro de lectores).
- Otras habilidades cognitivas: atención, memoria de trabajo, fluidez verbal, planificación, inhibición.
Es necesario aclarar que esta división del lenguaje en componentes obedece a una función didáctica y no debemos obviar una visión global, ya que todos estos aspectos no son compartimentos estancos, sino que están interrelacionados y el desarrollo de todos ellos, tanto a nivel oral como escrito, es resultado de la inmersión en una serie de experiencias significativas a nivel global. El desarrollo de un componente puede fomentar el desarrollo de otro (p ej.: se puede trabajar metafonología a partir del vocabulario que se quiere aprender, conocimiento morfológico, sintaxis al incluirlas en oraciones,…). Además, hemos de tener en cuenta que con el desarrollo de habilidades en cada modalidad del lenguaje (oral y escrito) se puede fomentar el desarrollo de otras habilidades (p. ej.: los procesos de escritura favorecen los de lectura, las adquisiciones en lectura o deletreo pueden fomentar el desarrollo fonológico y sintáctico del lenguaje,…).
Modelo colaborativo
El desarrollo de la Estimulación del Lenguaje Oral y Escrito ha de hacerse siguiendo un modelo colaborativo que se nutra e integre el trabajo de los agentes implicados, tanto en el contexto escolar como el familiar, para mejorar la competencia lingüística del alumnado y le ayude a desenvolverse en sus contextos vitales.
Este modelo colaborativo se sustenta en las posibilidades que cada participante puede aportar.
El profesorado tutor y de AL son los principales agentes para llevar a la práctica de forma colaborativa el programa. Esta propuesta pretende, por una parte, desterrar en gran medida el modelo de experto, que atribuye la responsabilidad de la intervención y la detección de dificultades en lenguaje, básicamente, a un único profesional (la/el maestra/o de Audición y Lenguaje) en situaciones individuales durante el tiempo en que actúa y, por otra parte, conectar su actuación a la dinámica del aula, a lo curricular, procurando que su labor contribuya al beneficio de todo el alumnado.
Además, este modo de entender el abordaje del lenguaje, pretende reconocer la labor diaria del profesorado tutor en su intervención para la estimulación del lenguaje oral y escrito y su papel en la detección y actuación en el aula ante las dificultades que se presentan entre el alumnado.
Esta forma de actuar compartida es reconocida por la mayoría del profesorado como la más adecuada, porque disminuye la segregación y revierte en beneficio de todo el alumnado, pero también genera preocupación ante su formación y sus capacidades para afrontarla.
Uno de los mayores obstáculos que existen para poner en marcha proyectos de colaboración es la falta de una preparación común. Para trabajar de manera colaborativa y hacer una buena estimulación se hace preciso tener un lenguaje y comprensión compartidos sobre la forma de abordar el trabajo y los contenidos a desarrollar. Esta necesidad ha promovido la creación de esta web como herramienta para lleva adelante la estimulación del lenguaje detallando un marco general de actuación, su justificación y aspectos de los contenidos a trabajar. Supone tener un punto de partida que fundamente y ayude a la voluntad y compromiso de desarrollar un trabajo común, ya que la colaboración implica querer trabajar juntos.
Pero, además del trabajo del profesorado tutor y de Audición y Lenguaje, en los centros escolares también hay que resaltar el papel clave que otros agentes tienen para la implantación de este trabajo en equipo: equipo directivo, orientación y familias.
Papel de los agentes en colaboración
A continuación destacamos algunas de las tareas a realizar por los/las participantes en el proceso:
El equipo directivo y orientación tienen un papel muy importante en el impulso y la garantía de que se desarrollen los programas.
Han de reconocer la importancia que tiene para el centro la estimulación del lenguaje oral y escrito ya que, además de contribuir a la mejora de la calidad de enseñanza que ofrece el centro, supone desarrollar una medida ordinaria de atención a la diversidad. Su papel es clave de cara a:
- Ofrecer tiempos de reflexión necesarios para la concreción de una línea de actuación en el centro, adaptada a la propia realidad y que dé respuesta a las necesidades que presenta así como tiempos y herramientas de coordinación (ej.: creación de comisiones de trabajo, participación del profesorado de Audición y Lenguaje en las coordinaciones de los ciclos y de nivel, creación de documentos que faciliten el trabajo coordinado entre profesionales, etc.) para facilitar la planificación, su puesta en marcha, evaluación y toma de decisiones que el Programa exige.
- Garantizar que la propuesta de estimulación del lenguaje oral y escrito tenga los recursos asignados para ello, reconociendo así que la atención a la estimulación lingüística en las aulas tiene la misma importancia que la que se ha podido dar o se da a la intervención directa que algún alumnado pueda necesitar.
- Posibilitar el compartir buenas prácticas dentro del centro y con otros centros con experiencias respecto al desarrollo del Programa del Centro.
Tutorías
El profesorado ha de ser consciente de que el lenguaje se aprende por la interacción con las personas que se ocupan de ellos (familias y profesorado) y con sus iguales. Por ello, se han de multiplicar y planificar las posibilidades de interacción y de aprendizaje del lenguaje, por medio de actividades, rutinas y conversaciones cotidianas.
- Reflexionar sobre el contexto de aula: espacio, tiempos, recursos, materiales, sus propias estrategias comunicativas y las oportunidades que ofrece para usar el lenguaje de maneras distintas.
- Impulsar la comunicación funcional, diseñando estrategias y actividades que ayuden a que el alumnado se involucre y participe en situaciones de la vida, a partir de actividades lúdicas altamente motivantes, con un lenguaje muy contextualizado, para facilitar la comprensión y expresión y lograr que deseen hacerlo y participar (estímulos visuales, uso de gestos y símbolos, canciones, poesías, retahílas, cuentos,…).
- Integrar en la programación de aula objetivos referidos a los contenidos lingüísticos clave para lograr una buena competencia lingüística. Las actividades educativas deben posibilitar, a la vez, el aprendizaje y el dominio de la lengua que las vehicula.
- Dotar de sistematicidad a la intervención, ofreciendo tiempos, espacios y agrupamientos diferentes para estimular de una forma consciente los diferentes aspectos del lenguaje.
- Plantear la evaluación de la evolución del lenguaje en relación con las exigencias curriculares y evaluando la comprensión y uso del lenguaje dentro de los contextos diarios de la escuela.
- Evaluar continuamente la evolución del alumnado respecto a los objetivos lingüísticos planificados y ajustar la intervención para responder a las necesidades individuales que se presenten.
- Planificar la intervención y evaluación en colaboración con el profesorado especialista de Audición y lenguaje para compartir liderazgo, asesorarse mutuamente, realizar un trabajo conjunto y ganar en seguridad, enriqueciendo la enseñanza que se ofrece al alumnado.
- Impulsar la colaboración con las familias recabando información del alumnado y del contexto del hogar (en un sentido amplio), informando del trabajo planificado y desarrollado para ampliar experiencias prácticas y reforzar el trabajo, situando así la intervención en contextos que son significativos para el alumnado.
Profesorado de Audición y Lenguaje
Trabajar en colaboración con el profesorado significa apoyarse mutuamente, formarse y repartir papeles según las tareas que se propongan. Este profesorado es clave para:
- Invertir tiempo, junto a las tutorías y otro profesorado implicado, en la comprensión de los diferentes aspectos a trabajar en las aulas, la justificación de su trabajo, los contenidos, las cuestiones metodológicas,… que aparecen en esta web.
- Planificar junto con el profesorado tutor espacios, tiempos y actividades que se pueden integrar en las rutinas, tareas habituales y propuestas didácticas de aula para desarrollar los diferentes componentes del lenguaje, así como la evaluación sobre los objetivos concretos que se propongan.
- Evaluar conjuntamente los materiales de aula y sus posibilidades para el aprendizaje del lenguaje oral y escrito.
- Compartir recursos y habilidades para integrar la intervención en lenguaje en el día a día y ligado a lo curricular.
- Reflexionar respecto a las habilidades y estrategias que promueven el desarrollo del lenguaje y favorecer su puesta en práctica.
- Coordinar la detección de los problemas de comunicación y lenguaje, tanto en la escuela como en casa.
- Planificar y desarrollar junto con el profesorado tutor y familias una intervención más específica en respuesta al contexto e individualizada, en función de las necesidades y respuestas del alumnado que presente dificultades.
- Complementar el trabajo del aula con intervenciones más específicas e individualizadas en los casos que sean necesarios (dentro o fuera del aula si fuera preciso).
- Ayudar a profesorado y familia a comprender la naturaleza de la dificultad del habla y el lenguaje del alumnado y qué ayuda a mejorarlo y por qué.
- Concienciar al profesorado y familias de que tienen un papel importante en el desarrollo del lenguaje del alumnado/hijas/os.
- Trabajar colaborando con las familias, impulsando la comunicación, dándoles guías sobre la forma de comunicarse con sus hijos/as, informándoles sobre estrategias de interacción, u otro tipo de formación, materiales, etc.
Familias.
- Aportar información sobre el lenguaje del alumnado en el contexto del hogar.
- Ayudar al desarrollo del lenguaje aprovechando las oportunidades que el hogar, las actividades rutinarias y las experiencias familiares ofrecen.
- Comprometerse con la intervención planificada y reforzar mediante un trabajo coordinado la consecución de los objetivos planteados y la generalización y funcionalidad de los aprendizajes.
Aspectos a tener en cuenta en su puesta en marcha
Existen programas elaborados compartidos en la red y algunos de ellos comercializados para abordar la estimulación del lenguaje oral y escrito. Algunos de ellos proponen actividades concretas para estimular algún componente del lenguaje o habilidad específica (conciencia fonológica, principalmente). Estos pueden servir de ayuda al profesorado ya que ilustran sobre el tipo de actividades idóneas a realizar, pero que puede que no tengan relación alguna con lo que se está tratando en el aula y resulten descontextualizadas y poco motivantes, tanto para el profesorado como para el alumnado.
Sin embargo, la evidencia científica nos informa de que la estimulación del lenguaje debe ser más amplia, abarcando todos los componentes clave y nos confirma, también, que las propuestas contextualizadas consiguen mejores resultados, ya que promueven y facilitan el aprendizaje significativo y funcional, el que permite su uso y generalización en los contextos en los que el alumnado interacciona con sus iguales y los adultos de referencia.
Trabajar de una forma contextualizada supone adaptarse a las necesidades de cada contexto (escolar y familiar) para poder darles respuesta.
La estimulación lingüística como Programa de Centro
Para que el programa tenga la entidad necesaria como para ser un eje en la actividad educativa del centro ha de formar parte de sus documentos, sería así una apuesta de centro y quedaría reflejada en el Proyecto Educativo, formando parte del Proyecto lingüístico y del Plan de Atención a la Diversidad del centro educativo dándosele el valor que se merece como instrumento que revierte en la calidad educativa.
Para que una propuesta de estimulación del lenguaje oral y escrito en un centro sea contextualizada ha de diseñarse, en primer lugar, teniendo en cuenta su propia realidad. Se ha de considerar la diversidad lingüística del alumnado, los modelos lingüísticos ofertados y los contextos en los que se desarrollan, la línea metodológica que se sigue y el tratamiento que el centro hace de las lenguas que conviven en él (vehiculares del centro, lenguas maternas del hogar, lenguas mayoritarias del entorno).
Esto fundamentará las decisiones que se tomen en el centro respecto al abordaje del lenguaje oral y escrito y la secuenciación de su trabajo con coherencia entre niveles y etapas, la forma de detección y atención del alumnado que presenta dificultades en lenguaje a lo largo del proceso de escolarización.
El programa en las aulas
Para su implementación en las aulas, lo esencial es conocer al alumnado del aula, analizar los espacios y tiempos, los recursos materiales de que se dispone, las oportunidades que se dan o se pueden ofrecer para aprender lenguaje, las estrategias de interacción usadas, los recursos personales de apoyo en el aula con que se cuenta a lo largo de la semana y, finalmente, conocer los contenidos a trabajar y planificar y decidir sobre el orden de su trabajo, atendiendo a las necesidades del momento de cada aula y a las de su alumnado.
Se abordará la estimulación del lenguaje oral y escrito de una forma contextualizada si, una vez entendidos y acordados los contenidos a trabajar, se integran y se desarrollan de forma consciente en la dinámica diaria del aula para conseguir la sistematicidad necesaria a partir de las rutinas, proyectos, unidades didácticas, rincones, ambientes, grupos interactivos, etc., consiguiendo así aprendizajes significativos a la vez que se avanza en el desarrollo de la competencia lingüística.
Planificar los momentos de evaluación sobre los contenidos trabajados permitirá identificar dificultades y dar una mejor respuesta para lograr que todo el alumnado continúe su proceso de aprendizaje.
El programa en el hogar
Es importante informar a las familias al comienzo de curso de la puesta en marcha del Programa para lograr su participación, trabajar conjuntamente sobre los contenidos del programa en otros contextos y conseguir así mejorar su aprendizaje y generalización.
La presentación del Programa ha de servir para reforzar el rol activo de las familias en el desarrollo del lenguaje oral y escrito (aunque no coincidan lengua vehicular y materna) e instarlos a la reflexión sobre las oportunidades que ofrecen las dinámicas familiares para avanzar en el aprendizaje y las barreras a eliminar.
Es interesante poner en común con las familias cada uno de los contenidos que se van abordando y facilitar la necesaria coordinación para reforzar aprendizajes en momentos en los que aparecen dificultades.
Pasos en la intervención conjunta
Bibliografía
- Juan E. Jiménez (Coord). (2019) Modelo de respuesta a la intervención. Un enfoque preventivo para el abordaje de las dificultades específicas de aprendizaje. Ed. Pirámide.
- Víctor M. Acosta, Ana M. Moreno Santana. (2003) Dificultades del lenguaje, colaboración e inclusión educativa. Manual para logopedas psicopedagogos y profesores. Ed. Ars Médica.
- Uri Ruiz Bikandi (Editora). (2002) Didáctica de la segunda lengua en educación Infantil y Primaria. Ed.Síntesis Educación.
- Víctor Manuel Acosta (2020). La prevención-intervención en lenguaje oral y lenguaje escrito. Un modelo colaborativo que tiene en cuenta los contextos escolar y familiar. Curso (Grupo de investigación en dificultades del lenguaje oral Acentejo)