El objetivo a perseguir será el aprendizaje de las propiedades morfológicas de las palabras.
En el desarrollo de la CM se propone trabajar:
- Morfología flexiva: los morfemas flexivos indican el género y número en castellano, (en el caso de los nombres y adjetivos), el conjunto de marcas de caso en euskera (que se sufijan al nombre, pronombre o adjetivo que cierra el sintagma nominal), y persona, número, modo, tiempo y aspecto (en el caso de los verbos). Estos morfemas no forman palabras nuevas y éstas no cambian de categoría gramatical. La conciencia de la morfología flexiva se adquiere en los primeros cursos académicos en educación infantil, y antes que la conciencia de la morfología derivativa y la composicional.
- Morfología derivativa: son los prefijos y los sufijos. Permiten crear palabras nuevas a partir de otra y cambian la categoría gramatical (se puede transformar un adjetivo en nombre, un verbo en un adjetivo o un verbo en un nombre). Normalmente hasta tercero o cuarto de primaria los alumnos no empiezan a desarrollar algunas de las formas de la conciencia explícita de la estructura y el significado de las palabras derivadas (Anglin, 1993; Carlisle, 2000) y sigue desarrollándose a través de la educación secundaria.
- Morfología composicional: son las palabras compuestas. Son el producto de la unión de dos o más lexemas o raíces.
Se han encontrado indicios de esta conciencia en edades muy tempranas con alumnos de educación infantil y primero de educación primaria.