Estrategias de lectura. Contenidos a trabajar

A.Lectura compartida: Entendida como una experiencia de aprendizaje de lenguaje oral y escrito.

Los objetivos son trabajar el  pensamiento crítico, el lenguaje oral y adquirir conciencia del material impreso.

a) Las habilidades de pensamiento crítico y razonamiento verbal son aquellas que ayudarán a la comprensión del texto y permitirán al alumnado realizar inferencias sobre el texto con los libros que leerá en el futuro:

  • Explicar (hacia el razonamiento lógico): Hablar con los/as niños/as sobre por qué suceden las cosas y animarlos a que aprovechen sus conocimientos y habilidades de razonamiento existentes para encontrar explicaciones, así como las razones de sus conclusiones. Reconocer relaciones causales y de dependencia.
  • Evaluar: Animar al alumnado a ofrecer opiniones sobre sus propias preferencias y las relativas virtudes de diferentes objetos, eventos y experiencias.
  • Predecir: Hacer comentarios y preguntas que alienten al alumnado a hacer predicciones plausibles sobre lo que sucederá a continuación (consecuencias de acciones o acontecimientos), anticipar una secuencia de acontecimientos, pronosticar.
  • Proyectar: Animar al alumnado a proyectarse en las experiencias, sentimientos o reacciones de otros/as, incluso en situaciones no vivenciadas o fantásticas, ponerse en la mente de los demás con preguntas como, «¿Cómo crees que se siente?», «¿Qué crees que está pensando en este momento?» o «¿Por qué crees que quiere hacer eso?», “¿te gustaría volar como el águila?”, “¿también os habríais echado a llorar?”,…
  • Resolución de problemas: Aprovechar las oportunidades del texto para animar al alumnado a resolver problemas. Ayudar a los/as niños/as a describir el problema y a aprovechar sus conocimientos y experiencias mientras piensan en soluciones alternativas y deciden la mejor opción.

b) El lenguaje oral va a hacer referencia sobre todo al vocabulario y frases hechas que puedan aparecer en el texto.

c) La conciencia del material impreso: se trata de que lleguen a comprender que lo impreso tiene significado, que representa al lenguaje hablado, conocer que el contenido de los libros los han hecho autores/as y dibujantes, que los libros tienen tapas y lomo, páginas, que se utilizan de una forma determinada (p.ej. las hojas se sostienen desde el lado superior derecho y se leen de adelante hacia atrás), que se lee en un orden específico (de arriba a abajo y de izquierda a derecha) y, ya una vez al enfocarse en el texto concreto que se va a leer,  poder hablar sobre el título, conocer letras y sus sonidos, sus nombres, que tienen formas mayúscula y minúscula, que al combinarlas se consiguen palabras, que hay espacios entre ellas, jugar a identificar palabras, llamar la atención sobre palabras que riman e intentar nuevas rimas, que las palabras se combinan para hacer frases, los signos de puntuación,…

B. Fluidez lectora:

1.Exactitud lectora: la capacidad para reconocer o decodificar las palabras escritas correctamente. Es un prerrequisito para poder comprender un texto. La falta de exactitud depende, en parte, del tipo de palabras que presente el texto, siendo las palabras largas (Muncer, Knight y Adams, 2014), las palabras de baja frecuencia (Fischer-Baum, Dickson y Federmeier, 2014) o las palabras con estructuras silábicas complejas (Taft y Krebs-Lazendic, 2013) las que ocasionan más errores de decodificación y, en consecuencia, las que podrían afectar a la comprensión.

2.Automatización lectora: hace referencia a la capacidad para leer sin esfuerzo, sin premeditación y con una velocidad adecuada. Una lectura sin automatización reduce la capacidad de atención de quien lee para construir el significado del texto. 

Riedel (2007) observó que la exactitud y velocidad lectora, medidas por el número de palabras leídas correctamente durante un minuto, fueron las que mejor predijeron la comprensión lectora al final de primero y segundo de primaria.

3.Prosodia: se refiere a la forma natural con la que el/la lector/a usa el volumen (acentuación), el ritmo, la entonación, el fraseo y las pausas al leer en voz alta.

Al leer sin prosodia adecuada, el/la lector/a puede que no realice las agrupaciones de palabras en unidades sintácticas de significado, no lo lea con suficiente expresividad para recrear su significado pragmático, no acentúe o resalte  correctamente las palabras frente a otras en una oración y no distinga unas unidades léxicas de otras (esta versus está,…), repercutiendo todo ello en la interpretación del texto (Dowhower, 1991).

Calet, Defior y Gutiérrez-Palma (2015) observaron en estudiantes de 2º y 4º de Primaria que las características prosódicas de la lectura se relacionan de manera diferente con la comprensión lectora, siendo la entonación la que mejor predice la comprensión lectora en los y las estudiantes de 4º curso.

Se espera que los/as niños/as de idiomas con sistemas ortográficos transparentes de escritura, como el castellano o el euskera, alcancen una lectura expresiva antes que sus iguales de lenguas irregulares. En castellano, además, los signos de puntuación al comienzo de las frases interrogativas y exclamativas, a diferencia de otros idiomas (p.ej.del euskera, francés o inglés), podría ayudar a planificar la prosodia.

Los signos de puntuación serían los  análogos visuales de la prosodia en el lenguaje escrito y, aunque no sustituyen completamente la información prosódica,  originan un cambio semántico:

  • No, me gusta Javier -contestó.
  • No me gusta -Javier contestó.
  • No, me gusta -Javier contestó.
  • No me gusta Javier -contestó.

La adecuada interpretación de los signos de puntuación puede ser un indicador de que la información, la comprensión en curso, se está produciendo.

El uso de los aspectos prosódicos en lectura dependerá, por un lado, de los propios conocimientos sobre prosodia que se han adquirido del habla espontánea y, por otro lado, de haber alcanzado unos mínimos en decodificación, que permitan a quien está leyendo cierta automaticidad en la lectura de palabras (Kuhn et al., 2010; Miller & Schwanenflugel, 2006; Schreiber, 1991).