Principio alfabético. Aspectos metodológicos

Algunos estudios han demostrado que los programas de entrenamiento que combinan el procesamiento fonológico (conciencia fonémica) y el conocimiento de las correspondencias fonema-grafema son más eficaces que aquellos que solo abordan uno de los aspectos (Elbro y Petersen, 2004; Schneider et al., 2000; Tilanus et al, 2016; Torgesen et al., 2001).

El conocimiento de  las letras y la relación con su sonido correspondiente es más efectivo si se realiza una enseñanza multisensorial y trabajando simultáneamente la lectura y escritura (con letras móviles, escritura a mano, soportes digitales,…).

Para resolver el problema de la arbitrariedad en la adquisición de la correspondencia grafema-fonema, se pueden utilizar refuerzos visuales que favorezcan el recuerdo del grafema y su sonido correspondiente. Algunos métodos (Leer en un Clic, MIL programa) se basan en asociar un dibujo a la forma de un grafema  que representa el sonido inicial del nombre de dicho dibujo (m – montaña)

El trabajo con canciones, juegos y cuentos facilitan el conocimiento de las letras.

En el proceso de enseñanza-aprendizaje del código alfabético se recomienda seguir los siguientes pasos:

  • Enseñar las relaciones entre las letras y sonidos de una en una y paulatinamente. Se pueden tener en consideración criterios para decidir en qué orden presentarlas. J. Cruz Ripoll, 2019)
  • Practicar regularmente la lectura de sílabas, palabras y pseudopalabras con las relaciones aprendidas.
  • Introducir nuevas relaciones sin dejar de repasar las anteriores.

El alumnado con severas dificultades para el aprendizaje de la lectura desde el comienzo de la enseñanza formal presenta dificultades para nombrar las letras, les cuesta recordar la forma de las letras y asignar un fonema a una grafía, imprescindible para la adquisición del principio alfabético.

El alumnado con trastorno de aprendizaje en lectura presenta gran dificultad también para automatizar dichas reglas y necesita de un entrenamiento más intenso y más específico con material y actividades diversas que faciliten su acceso al aprendizaje. Este alumnado,  en comparación con el que presenta retraso en el aprendizaje, se caracteriza por su gran resistencia a la intervención. 

La lectoescritura supone un recurso aumentativo para el alumnado con discapacidad auditiva y trastorno específico del lenguaje por lo que es aconsejable esta enseñanza explícita del código lo antes posible.