Vocabulario. Justificación.

“Siempre he encontrado que el vocabulario es uno de los temas más complejos y desafiantes para aislar, cuantificar, focalizar y enseñar. Creo que debe ser una prioridad para toda la escuela o nunca mejorará lo suficiente. Para ello resulta imprescindible la colaboración de padres, profesores y logopedas” (Sara Steele, 2020)

El vocabulario es uno de los componentes del lenguaje fundamental para el desarrollo de la comprensión oral y lectora.

La enseñanza de  vocabulario no ha de tener  como objetivo único el ganar un gran número de palabras (Léxico: vocabulario de un idioma), sino que ha de abarcar también la competencia semántica (diferentes formas de procesamiento: clasificación, categorización, redes léxicas, esquemas semánticos,…) Es decir, el trabajo del vocabulario ha de abordarse  con amplitud (léxico autónomo y relacional) y profundidad (mejorar la semántica lexical)

Se ha de facilitar en nuestro alumnado la construcción de conexiones sólidas entre las palabras y sus distintos significados y lograr su adecuado uso en los diferentes contextos en los que se desenvuelve. Por ello, se hace imprescindible un trabajo colaborativo y coordinado entre escuela y familia para la adquisición,  la consolidación y generalización de los aprendizajes realizados.

El aprendizaje de vocabulario, además, tiene consecuencias directas y positivas en el dominio general de la lengua al permitir el avance en otros componentes como la sintaxis y el discurso.

El desarrollo de un buen sistema léxico-semántico, que tenga en cuenta tanto el vocabulario conversacional como el académico,  hace que sea más fácil escuchar, hablar, leer y escribir; en definitiva, comunicarse y aprender, por lo que los  programas  de  lenguaje  oral en la escuela deben   priorizar   este  área ya desde   la  Educación   Infantil   (3 -6   años) .

 Los  niños   con   TDL   son   más   lentos   en   el  aprendizaje   del   vocabulario   y   requieren   más   exposiciones   para   aprender  nuevas   palabras   que   lo   niños   con   desarrollo   típico. 

Las señales de alerta que podemos encontrar en el alumnado, tales como no tener suficientes palabras, utilizar genéricos, mostrar restricciones al significado literal y dificultades en el acceso y la evocación son las que nos van a señalar los objetivos de un trabajo que pretende mejorar y desarrollar este ámbito.