Modalidades que no requieren solicitud de intervención
Hay vías que permiten, sin necesidad de plantear solicitud, la formulación de consultas sobre cuestiones relacionadas con el ámbito comportamental. Los cauces mediante los que establecer este tipo de contacto o interlocución son:
• Página web.
En ella se incluyen documentación teórica, referencias bibliográficas, materiales de carácter instrumental u otros contenidos susceptibles de utilización abierta por parte de los profesionales de los Centros educativos.
Dado el carácter abierto de la misma, el acceso es inmediato y no conlleva más acciones que las desarrolladas por la persona usuaria.
• Correo electrónico.
Esta vía permite el planteamiento de dudas, la petición de referencias u otras cuestiones relativas a la labor consultora del Equipo de Conducta.
Se entiende que a las cuestiones planteadas por este cauce se les da contestación precisa, técnica y lo más ajustada posible a la expectativa reflejada en el mensaje recibido. Cuando se considere oportuno, también se pueden incluir de manera adjunta otros posibles documentos y materiales complementarios.
• Teléfono.
Se emplea para la resolución de dudas puntuales y concretas relativas al funcionamiento del Equipo de Conducta, a su forma de proceder en la intervención en los centros.
Si en la llamada se solicita información más concreta sobre un tema relacionado con nuestro ámbito de actuación, y se valora que no requiere una intervención posterior, se indicará al solicitante que el cauce para esa consulta es el correo electrónico.
En cualquier caso, las posibles consultas asociadas a alumnos concretos deberán formalizarse como demandas de intervención, cumplimentando el impreso correspondiente.
Modalidades que sí requieren solicitud de intervención
En cuanto a las intervenciones mediante las que se pretende dar respuesta a las demandas recibidas a través del impreso de solicitud correspondiente, éstas tendrán en cuenta los principios de subsidiaridad, complementariedad y tendrán un marcado carácter formativo con el que dotar a los centros de mayor capacitación y autonomía a la hora de abordar necesidades educativas asociadas a las conductas desadaptadas.
Con este planteamiento de fondo, las modalidades de intervención son:
4. Implementación de programa.
A continuación se describen dichas modalidades, y también la Observación.
La Observación es la técnica de recogida de información que mayor entidad tiene para el Equipo de Conducta. Es llevada a la práctica por los profesionales del mismo y puede ser utilizada en cualquiera de las modalidades de intervención mencionadas y en cualquier fase de la misma.
1. Contraste de programa
Se produce cuando un Centro solicita que el Equipo de Conducta conozca el plan de actuación que ha elaborado para abordar las necesidades educativas de un alumno que presenta conductas desadaptadas, con el fin de validar el enfoque y contenido del mismo y, en lo posible, enriquecerlo o ajustarlo.
La intervención se pone en marcha con la cumplimentación del formulario de solicitud de intervención por parte del Orientador del Centro y la remisión del mismo, vía correo electrónico, al CREENA.
Una vez que la solicitud pasa a ser considerada susceptible de atención por el Equipo de Conducta, se abre una fase preliminar de respuesta, que se resume en los siguientes pasos:
Paso 1. Recepción de la demanda:
• Registrar la demanda.
• Adscribirla a las profesionales del equipo de Conducta
Paso 2. Contacto inicial por parte de las profesionales adscritas a la solicitud con el Orientador del Centro demandante:
• Analizar el contenido de la demanda.
• Contactar telefónicamente con el Orientador del Centro.
• Anticiparle la necesidad de otras posibles informaciones que puedan ser necesarias.
• Concretar, en función de la modalidad de intervención que, en principio, va a desarrollarse, el formato mediante el que se va a dar el siguiente paso en la respuesta.
Paso 1. Solicitar el envío del documento que refleja el plan de actuación elaborado en el centro y para el que se solicita una valoración técnica.
Paso 2. Análisis del plan de actuación elaborado por el Centro y formulación de consideraciones.
• Revisar el contenido del plan.
• Incorporar puntos de vista aportados por los profesionales del Equipo de Conducta.
• Definir y plasmar por escrito las recomendaciones y comentarios a transmitir en relación con los planteamientos y contenidos del plan elaborado por el Centro.
Paso 3. Traslado al Orientador del Centro de las consideraciones planteadas.
Paso 4. Seguimiento de la aplicación del plan contrastado.
• Atender las consultas concretas que pueda plantear el Orientador del Centro en relación con la aplicación del mismo
El objetivo es el cierre paulatino de la actuación que el Equipo de Conducta ha llevado a cabo en el Centro a lo largo del curso académico.
Paso 1. Desvanecimiento de la ayuda proporcionada por el Equipo de Conducta.
• Reducir los contactos que se han venido teniendo, garantizando una retirada proporcionada de la ayuda que se ha facilitado.
Paso 2. Valoración del proceso seguido durante la intervención a lo largo del curso académico.
• Llevar a cabo un intercambio final de impresiones entre los profesionales con una vinculación significativa a la intervención, tanto del Centro como del Equipo de Conducta.
• Realizar una valoración de los aspectos positivos y mejorables de la labor compartida que han realizado.
2. Esbozo de programa
Supone la solicitud de ayuda al Equipo de Conducta para diseñar un plan de actuación que, una vez recibida, el Centro elabora de forma autónoma o, si lo considera necesario, con una ligera supervisión.
La intervención se pone en marcha con la cumplimentación del formulario de solicitud de intervención por parte del Orientador del Centro y la remisión del mismo, vía correo electrónico, al CREENA.
Una vez que la solicitud pasa a ser considerada susceptible de atención por el Equipo de Conducta, se abre una fase preliminar de respuesta, que se resume en los siguientes pasos:
Paso 1. Recepción de la demanda:
• Registrar la demanda.
• Adscribirla a las profesionales del equipo de Conducta
Paso 2. Contacto inicial por parte de las profesionales adscritas a la solicitud con el Orientador del Centro demandante:
• Analizar el contenido de la demanda.
• Contactar telefónicamente con el Orientador del Centro.
• Anticiparle la necesidad de otras posibles informaciones que puedan ser necesarias.
• Concretar, en función de la modalidad de intervención que, en principio, va a desarrollarse, el formato mediante el que se va a dar el siguiente paso en la respuesta.
Paso 1. Descripción del procedimiento que permite diseñar un plan de actuación apropiado a la situación que se quiere mejorar en el Centro solicitante.
• Mantener una reunión en el Centro para desglosar las fases de una intervención específica.
• Incidir en aquellas que parecen prioritarias (facilitando indicaciones que ayuden a realizar una sistemática recogida de datos relevantes, un estudio ecológico y funcional de los mismos o una selección apropiada de pautas y técnicas de intervención).
• Ejemplificar el proceso en base a variables propias de la situación que quiere mejorarse.
Paso 2. Solicitar el envío del documento que refleja el plan de actuación elaborado por el Centro.
Paso 3. Análisis del plan de actuación elaborado por el Centro ya recibido por el Equipo de Conducta y formulación de consideraciones al respecto.
• Revisar el contenido del plan.
• Incorporar puntos de vista aportados por los profesionales del Equipo de Conducta.
• Definir y plasmar por escrito las recomendaciones y comentarios a transmitir en relación con los planteamientos y contenidos del plan elaborado por el Centro.
Paso 4. Traslado al Orientador del Centro de las consideraciones planteadas en torno al plan enviado para su análisis.
Paso 5. Seguimiento de la aplicación del plan elaborado.
• Atender las consultas concretas que pueda plantear el Orientador del Centro en relación con la aplicación del mismo por el cauce que se haya acordado entre ambos Orientadores.
El objetivo es el cierre paulatino de la actuación que el Equipo de Conducta ha llevado a cabo en el Centro a lo largo del curso académico.
Paso 1. Desvanecimiento de la ayuda proporcionada por el Equipo de Conducta.
• Reducir los contactos que se han venido teniendo, garantizando una retirada proporcionada de la ayuda que se ha facilitado.
Paso 2. Valoración del proceso seguido durante la intervención a lo largo del curso académico.
• Llevar a cabo un intercambio final de impresiones entre los profesionales con una vinculación significativa a la intervención, tanto del Centro como del Equipo de Conducta.
• Realizar una valoración de los aspectos positivos y mejorables de la labor compartida que han realizado.
3. Elaboración del programa
Conlleva la realización de una evaluación de las necesidades presentadas por el alumno, la elaboración de una hipótesis funcional que explique el comportamiento desajustado correspondiente y el establecimiento de unas líneas de actuación concretas para intentar su reconducción conductual. La información necesaria es proporcionada por los profesionales del Centro. Por su parte, el Equipo de Conducta, una vez analizada dicha información, elabora y propone un programa de actuación concreto que, consensuado y contextualizado en el Centro, es aplicado a través de los profesionales de éste.
La intervención se pone en marcha con la cumplimentación del formulario de solicitud de intervención por parte del Orientador del Centro y la remisión del mismo, vía correo electrónico, al CREENA.
Una vez que la solicitud pasa a ser considerada susceptible de atención por el Equipo de Conducta, se abre una fase preliminar de respuesta, que se resume en los siguientes pasos:
Paso 1. Recepción de la demanda:
• Registrar la demanda.
• Adscribirla a las profesionales del equipo de Conducta
Paso 2. Contacto inicial por parte de las profesionales adscritas a la solicitud con el Orientador del Centro demandante:
• Analizar el contenido de la demanda.
• Contactar telefónicamente con el Orientador del Centro.
• Anticiparle la necesidad de otras posibles informaciones que puedan ser necesarias.
• Concretar, en función de la modalidad de intervención que, en principio, va a desarrollarse, el formato mediante el que se va a dar el siguiente paso en la respuesta.
Paso 1. Complementado de la información facilitada en la solicitud y establecimiento del contexto de colaboración.
• Mantener una reunión en el Centro con el Orientador del mismo.
Paso 2. Elaboración de una propuesta de programa de actuación para el Centro por parte del Equipo de Conducta.
• Estudiar y analizar la información acumulada y crear un mapa de las conductas problemáticas sobre las que trabajar.
• Definir una hipótesis funcional. Priorizar unas conductas-objetivo.
• Establecer unas pautas y técnicas preferentes de actuación.
Paso 3. Puesta en común de impresiones entre los profesionales del Centro y del Equipo de Conducta adscritos a la solicitud.
• Realizar una reunión en el Centro entre los profesionales del mismo que se estime necesario que asistan y los profesionales del Equipo de Conducta para comentar, precisar, consensuar y contextualizar la propuesta elaborada.
• Tomar conjuntamente decisiones concretas que afecten a la aplicación del plan.
Paso 4. Seguimiento de la aplicación en el Centro de la propuesta consensuada.
• Hacer una previsión del seguimiento requerido y mantener contactos por correo electrónico, teléfono o reuniones en el Centro en función de las necesidades manifestadas.
• Elaborar propuestas que completen o reconduzcan las ya iniciadas conforme vaya siendo necesario.
El objetivo es el cierre paulatino de la actuación que el Equipo de Conducta ha llevado a cabo en el Centro a lo largo del curso académico.
Paso 1. Desvanecimiento de la ayuda proporcionada por el Equipo de Conducta.
• Reducir los contactos que se han venido teniendo, garantizando una retirada proporcionada de la ayuda que se ha facilitado.
Paso 2. Valoración del proceso seguido durante la intervención a lo largo del curso académico.
• Llevar a cabo un intercambio final de impresiones entre los profesionales con una vinculación significativa a la intervención, tanto del Centro como del Equipo de Conducta.
• Realizar una valoración de los aspectos positivos y mejorables de la labor compartida que han realizado.
4. Implementación de programa
Hace referencia a las intervenciones en las que las pautas y técnicas propuestas para dar respuesta a las necesidades presentadas por un alumno concreto requieren, para su adecuada puesta en funcionamiento inicial, de la presencia en el Centro de un profesional del Equipo de Conducta. La finalidad es facilitar al profesorado responsable de dicho alumno un apoyo a la hora de poner en práctica las estrategias educativas previstas, fundamentalmente mediante el modelado y el moldeado de las mismas en su actuación docente.
Considerando que esta modalidad de intervención puede verse como una intensificación de modalidades ya en marcha, la descripción de los pasos que le son propios ha de entenderse en continuidad de otros ya dados con anterioridad.
La correspondiente a la modalidad de intervención que se esté aplicando.
Paso 1. Diseño del plan de implementación en el Centro.
• Mantener una reunión entre los profesionales del Centro y los del Equipo de Conducta adscritos a la demanda.
• Determinar qué procedimientos y pautas incluidas en el programa de actuación elaborado, son susceptibles de modelado y/o moldeado presencial.
• Concretar el plan de implementación.
Paso 2. Desarrollo del plan de implementación elaborado
• Modelar y/o moldear presencialmente los procedimientos y pautas previstos en el plan de implementación.
• Mantener reuniones entre los profesionales implicados, en función de la evolución seguida por la situación para analizar, valorar y enseñar a los profesionales del centro las acciones llevadas a cabo.
Paso 3. Seguimiento de la generalización y aplicación autónoma de los procedimientos y pautas implementadas en el Centro.
• Mantener contactos por correo electrónico, teléfono o reuniones en el Centro en función de las necesidades manifestadas.
• Elaborar propuestas que completen o reconduzcan las ya iniciadas conforme vaya siendo necesario.
La correspondiente a la modalidad de intervención que se esté aplicando.
OBSERVACIÓN
Esta técnica de recogida de información se aplica en aquellas situaciones en que se entiende justificada la realización de una observación natural, mediante la presencia de un profesional del Equipo de conducta en el aula y/o en los distintos espacios educativos del Centro, para llevar a cabo una oportuna evaluación técnica.
Por tanto, y teniendo en cuenta que es parte integrante del proceso de intervención sea cual sea la modalidad que se lleve a cabo, la descripción de los pasos que le son propios se completa con los de la modalidad correspondiente.
La correspondiente a la modalidad de intervención que se esté aplicando.
Paso 1. Recogida de información, complementando la facilitada en la solicitud, y establecimiento del contexto de colaboración.
• Mantener una reunión en el Centro con el Orientador donde se le entrega el protocolo de observación.
• Acordar el plan provisional de observación.
Paso 2. Diseño del plan final de observación por parte de los profesionales del Equipo de Conducta adscritos a la demanda.
• Seleccionar las situaciones a observar y diseñar el plan final de observación.
• Informar del plan diseñado al Orientador del Centro.
Paso 3. Desarrollo del plan de observación previsto.
• Reconocer previamente los espacios del Centro y mantener un encuentro con el Profesorado responsable de las áreas que van a observarse para intercambiar impresiones.
• Realizar las observaciones propiamente dichas y recoger por escrito la información significativa que se aprecia en cada situación.
Paso 4. Estudiar y analizar la información obtenida.
Paso 5. Volcar la información recogida de forma manuscrita a un documento específico.
Paso 6. Facilitar al Centro la información obtenida durante la observación.
La correspondiente a la modalidad de intervención que se esté aplicando.
DETERMINACIÓN DE LA MODALIDAD A APLICAR
Respecto al grado de colaboración que se ofrece a los centros desde el Equipo de Conducta, se valorará la gravedad del caso así como la intervención previa llevada a cabo en el centro demandante hasta ese momento.
En función de la evolución de las necesidades que han justificado la intervención, el Equipo de Conducta puede ajustar la intensidad de su colaboración ampliándola o reduciéndola. Para ello, a la hora de activar una u otra modalidad de intervención, y tomando como base los criterios recogidos en el apartado III (“Criterios de intervención”) de este documento, también conviene:
• Priorizar la que, considerándose adecuada y eficaz, garantiza las mayores cotas posibles de normalización para el alumno.
• Optar por aquélla que genera la máxima implicación del Centro y rentabiliza los recursos profesionales y organizativos del mismo.
• Graduar la activación de las diferentes modalidades para recurrir a aquéllas que resultan más intensas sólo cuando otros intentos de solución se prevén o manifiestan claramente insuficientes.
• Evitar dar respuesta a las demandas recurrentes que se planteen de un mismo Centro ofreciendo niveles de colaboración menos intensos que impliquen mayor autonomía a sus profesionales.
• Considerar la experiencia profesional del orientador y del equipo docente que atiende al alumno.
Tener también en consideración el volumen de intervenciones que el Equipo de Conducta tiene activadas o anticipa que pueden plantearse durante el periodo en el que va a tener lugar la respuesta.