La situación actual de la inserción laboral de las personas con discapacidad requiere, en nuestro ámbito de actuación, de respuestas educativas innovadoras, con visión de futuro, trabajando previamente con el alumnado competencias relacionadas con la autodeterminación, el ocio y tiempo libre, las nuevas tecnologías y la utilización educativa de las redes sociales. Dando peso curricular a las habilidades socio-laborales en los diferentes módulos formativos, en los talleres polivalentes y las prácticas en empresa.
Cabe destacar la evolución progresiva de estos programas que se iniciaron allá por el año 1993 con la creación de las primeras Aulas Polivalentes, pasando por la implantación de los Programas de Iniciación Profesional Especial (PIPEs) tras la aprobación de la Orden Foral 100/1996, hasta los actuales Programas de Cualificación Profesional Inicial Especial regulados en la Orden Foral 93/2008 y la Orden Foral 109/2008. La reforma de la formación profesional que comenzó en la LOGSE y que continuó con la LOE persigue equipararse con el modelo europeo a través del mismo sistema de cualificaciones. Los PCPIE corresponden con el nivel 1 de cualificación profesional. Es decir se prepara a los alumnos/as para el desarrollo de un perfil profesional del nivel de ayudante. En todo este complejo proceso de renovación de la FP todavía no finalizado, los profesionales de estos programas deben de realizar un esfuerzo importante por mantener un equilibrio entre la exigencia y la flexibilidad, entre la especificidad y la polivalencia puesto que las demandas del mundo productivo son cambiantes, complejas y en la mayoría de los casos excluyentes para las personas con discapacidad.
La Unidad de Información e Inserción Laboral del CREENA tiene la responsabilidad de servir de enlace y puente entre los/as profesionales de este ámbito formativo, así como trabajar por la coherencia entre las demandas laborales y la formación diseñada desde los programas. Su trabajo de coordinación y gestión, colaborando con otras instancias educativas, sociales y laborales, también supone un difícil reto en la actualidad.
Quiero finalizar agradeciendo a todos/as los profesionales que han intervenido como ponentes en estas segundas Jornadas de intercambio de experiencias de Programas de Cualificación Profesional Inicial Especial, compartiendo sus buenas prácticas y a todos/as los profesionales que han acudido de diferentes localidades de Navarra. Os animo a compartir vuestras experiencias para mejorar vuestras prácticas profesionales, a servir como modelo de innovación en los centros donde estáis formando y a ser medio importante de sensibilización social respecto a las personas que presentan una discapacidad.
Isi Roldán Arróniz