Los fundamentos teóricos en los que se apoya el modelo de intervención que se refleja en este documento, toman como punto de partida las leyes del aprendizaje, la corriente psicológica que basa el estudio de la conducta en relación con el contexto en el que ésta aparece y los planteamientos de intervención propios del enfoque cognitivo-conductual. Este entramado epistemológico se resume en los siguientes puntos:
- Se considera que el objeto de estudio e intervención es la conducta, entendida ésta como actividad observable, mensurable y analizable funcionalmente, desde un enfoque donde cada sujeto es N=1, y en base a sus manifestaciones actuales y circunstancias presentes.
- La mayoría de las conductas, ya sean adaptativas o desadaptativas, se adquieren, mantienen y modifican por los mismos principios y mecanismos, por lo que en todos los casos se puede establecer un reaprendizaje con objeto de desarrollar mejores niveles de adaptación en los individuos.
- La influencia del medio sobre la persona viene determinada por los procesos de atención, percepción, interpretación y valoración que hace de la experiencia, de manera que tales procesos cognitivos determinan las respuestas tanto emocionales como motoras o comportamentales que el individuo va a dar.
- El comportamiento humano integra respuestas fisiológicas, motoras y cognitivas que constituyen una manifestación de la personalidad del individuo mediante la que se expresan diferentes formas de relación con el ambiente.
- El refuerzo y la autoeficacia que el sujeto percibe determinan el sentimiento de capacidad que éste tiene en las distintas situaciones a las que debe enfrentarse.
- La intervención debe actuar sobre el ambiente con el fin de crear escenarios que capaciten a los sujetos para una mejor adaptación de sus conductas.
- Los instrumentos desarrollados desde el modelo cognitivo, es decir, el uso de auto-instrucciones, estrategias de autocontrol y desarrollo y manejo de pensamientos racionales, se dirigen directamente sobre el sujeto con el fin de dotarle de herramientas que favorezcan un mayor ajuste comportamental.
- Este modelo parte de un planteamiento en el que las hipótesis de trabajo son sometidas a comprobación desde el análisis funcional de la conducta.
- Los objetivos de la intervención se someten a una evaluación continua y adaptación a la realidad a lo largo del proceso.