Es importante conocer este fenómeno porque constituye un factor de riesgo que puede aparecer en algunos niños/as con altas capacidades, no teniendo porque estar presente en todos ellos. Su conocimiento nos ayudará a tomar medidas para evitar problemas en el proceso de enseñanza aprendizaje de este alumnado.
Jean Charles Terrassier (1990) es quien ha estudiado en mayor profundidad este fenómeno que en su día Zazzo (1971) ya denominaba heterocronía.
Parte de la premisa de considerar el desarrollo de los niños superdotados como algo heterogéneo. Y se refiere a la disincronía como «un desequilibrio en las capacidades del niño/a , producido por una diferencia en el desarrollo del sujeto y que afecta tanto a su propia dimensión interna como a las relaciones con el entorno».
Desde el punto de vista escolar especialmente hay que prestar atención a las siguiente disincronías:
- Disincronía interna. Aparece fundamentalmente en tres aspectos:
- Disincronía inteligencia – psicomotricidad
- Disincronía entre lenguaje – razonamiento
- Disincronía entre inteligencia – afectividad
- Disincronía social:
«Resulta del desfase entre la norma interna de desarrollo del niño precoz y la norma social adecuada a la mayor parte de los niños» Terrassier (1994)
Aparece fundamentalmente en tres aspectos:
- Disincronía entre el niño y la escuela
- Disincronía entre el niño y la familia
- Disincronía entre el niño y sus compañeros
DISINCRONÍA INTELIGENCIA – PSICOMOTRICIDAD
Se observa en la etapa infantil y en los primeros años de primaria.
Supone en palabras de Terrassier que «globalmente los niños superdotados en el plano intelectual no tiene la misma precocidad que en el plano psicomotor y gráfico» por lo que estos niños «encuentran con frecuente dificultades a nivel de escritura, con una mano poco hábil, incapaz de seguir el ritmo de la programación mental».
Este alumnado puede presentar incluso patrones corporales propios de un niño de menor edad.
Esta disincronía es más frecuente en los niños que en las niñas y en palabras de Carmen Jiménez «en sí no presenta problema alguno» «Los problemas pueden surgir cuando el profesor espera del alumno un domino de la escritura similar a su nivel lector, ignorando el desarrollo disarmónico transitorio; o cuando es el propio alumno el que desea expresar por escrito e mundo interior que lleva dentro y que le fomenta la propia lectura.»
Los problemas de adaptación en el aula que pueden crearse pueden ser: rigidez muscular, retraso en la psicomotricidad gruesa y fina, dificultades con el trato con los profesores y con los compañeros y rechazo a la lectura y el estudio.
DISINCRONÍA ENTRE LENGUAJE Y RAZONAMIENTO
Se manifiesta en los primeros años.
Supone que la capacidad de razonamiento general va por delante de las adquisiciones verbales.
Una manifestación de estas disincronía guarda relación con la rapidez de compresión de los niños con altas capacidades.
Por ejemplo, en el aprendizaje de las matemáticas y de las ciencias comprende si dificultad y rápidamente y por tanto, cree que domina esos contenidos, «le lleva a creer que sabe la lección porque la ha entendido; sin embargo, cuando se le pide que lo explique puede hacerlo peor que un niño medio que se esfuerza por atender y memorizar la lección y que recibe por ello la aprobación del profesor. « Carmen Jiménez (2001).
DISINCRONÍA ENTRE INTELIGENCIA – AFECTIVIDAD
En los niños con altas capacidades la inteligencia y la afectividad no se desarrollan de forma paralela, lo que habitualmente se refleja en niños emocionalmente inmaduros.
Son niños que su rápido desarrollo de la inteligencia les permite captar información con fuerte carga afectiva que sin embargo emocionalmente les cuesta gestionar.
«Se produce un desfase entre el procesamiento intelectivo y el procesamiento afectivo de la información, que puede desencadenar reacciones como miedo, angustia, huida e intelectualización extrema de sus actos aparentando una frialdad que no es sino máscara defensiva.» Carmen Jiménez (2001).
DISINCRONÍA ENTRE EL NIÑO Y LA ESCUELA
El alumnado con altas capacidades es un grupo heterogéneo, se puede decir que generalmente, todos se caracterizan por presentar unos niveles de desarrollo intelectual mas elevados, más rápidos y con intereses más avanzados, tanto en lo relativo a los aprendizajes como en las relaciones sociales.
La disíncronia social está relacionada con la organización escolar donde se impone un ritmo homogéneo en el aprendizaje y en las relaciones personales a todo el alumnado sin tener en cuenta las diferencias individuales que pueden presentar los niños/as.
DISINCRONÍA ENTRE EL NIÑO Y LA FAMILIA
Los padres suelen ser la personas que antes se dan cuenta de las posibilidades y particularidades de su hijo/a pero ello no significa que siempre van a ser capaces de aceptar y afrontar estas peculiaridades.
La atención adecuada a este alumnado, como para cualquier otro es conocerlo, aceptarlo y apoyarlo y darle oportunidades. Esto resulta particularmente complicado en ambientes desectructurados o desfavorecidos donde el desarrollo a nivel intelectual, cognitivo y emocional de este alumnado puede no encontrar respuesta.
DISINCRONÍA ENTRE EL NIÑO Y SUS COMPAÑEROS
Existe una diferencia entre en desarrollo mental del alumnado con altas capacidades y sus compañeros de edad cronológica. Diferencia que puede manifestarse no solo en lo intelectual sino también en sus relaciones sociales, aficiones e intereses.
Esto les puede llevar en ocasiones a preferir relacionarse con chicos/as mayores que ellos e incluso buscar la relación con el adulto como dice Terrasier (1988) para conversación y juego de interior mientras que, para el juego exterior preferirá a alumnado de su edad.