Para garantizar las oportunidades de éxito educativo para todo el alumnado se requiere poner en marcha medidas organizativas y curriculares orientadas a garantizar la equidad en nuestros centros educativos, de forma tal que las y los estudiantes se puedan vincular cognitiva y emocionalmente con su proceso de aprendizaje.
El trabajo del programa de Atención a la Diversidad Educativa (ADE) se dirige principalmente a generar entornos de aprendizaje que promuevan y faciliten la igualdad de condiciones de acceso, participación y aprendizaje para todas y todos los estudiantes y sus familias.
Para ello proponemos la perspectiva de trabajo de una comunidad escolar que trabaja y aprende de manera conjunta para diseñar y sostener procesos de mejora eficaces, una Comunidad Profesional de Aprendizaje que:
- Define unos valores y una visión compartidos: toda la comunidad educativa consensúa la visión de la escuela en su totalidad, de modo que las creencias y los objetivos de cada docente son coherentes con los del centro.
- Plantea un liderazgo distribuido que estimula la profesionalidad del equipo docente.
- Establece las prioridades de aprendizaje del profesorado a partir de una evaluación de las necesidades del alumnado.
- Comparte la práctica profesional: los equipos docentes reflexionan sobre su práctica por medio de la observación mutua, el registro y los intercambios constantes.
- Promueve la confianza, el respeto y el apoyo mutuo, estableciendo lazos y vínculos sólidos entre los miembros de la comunidad y con el entorno.
- Fomenta la responsabilidad colectiva frente a los aprendizajes de todo el alumnado permitiendo que el profesorado asuma riesgos a la hora de innovar y se le invita a buscar ayuda o a compartir los avances obtenidos.